lunes, 1 de abril de 2013

Caharco Manso (el Hierro) en 360º

 
Un lugar ideal para pasar el día tomando sol y disfrutar del baño, y a sólo quince minutos de la localidad de Echedo, esta el Charco Manso. Con marea alta, se forma en su interior una piscina natural de generosas dimensiones (abierta al mar) donde el agua, tranquila y cristalina, nos ofrece la posibilidad de admirar su fondo marino.
Lo bordea un paseo de piedra con escaleras para acceder al agua. Y cuenta, además, de aseos, una zona recreativa con mesas y asaderos, y una zona de aparcamiento.
Su entorno, un estado virgen, es colcánico y abrupto, donde la presencia de la vegetación es escasa (matorral de tomillo marino y servilleta y el tabaibal dulce del norte).
 
Pincha en la imagen para que lo veas en 360 grados

domingo, 31 de marzo de 2013

Cascada los Tilos (La Palma) en 360º



Esta impresionante cascada está situada exactamente en el cauce del barranco de Los Tilos, en San Andres y Sauces en la Isla de la Palma. Pincha sobre la imagen y la verás en 360º.
 

IDECanarias (Infraestructura de Datos Espaciales de Canarias)

La Infraestructura de Datos Espaciales de Canarias (IDECanarias) pone a disposición de sus usuarios la información geográfica producida por el Gobierno de Canarias a través de su visor y de servicios estándares definidos conforme a las especificaciones del OGC.
Estos servicios de carácter público garantizan la interoperabilidad de la información geográfica de Canarias, su inclusión efectiva en la Infraestructura de Datos Espaciales de España y dan cumplimiento a lo establecido en la Directiva 2007/2/CE del Parlamento Europeo y del Consejo denominada INSPIRE. Según esta directiva una infraestructura de información espacial engloba a metadatos, conjuntos de datos espaciales y los servicios de datos espaciales; los servicios y tecnologías de red; los acuerdos sobre puesta en común, acceso y utilización; y los mecanismos, procesos y procedimientos de coordinación y seguimiento establecidos, gestionados o puesto a disposición de conformidad con lo dispuesto en citada directiva.
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sábado, 30 de marzo de 2013

En abierto RTVCA


'En abierto' pone el énfasis en los protagonistas anónimos de la información, con un seguimiento de la actualidad y el acento marcado por la cercanía. Es una apuesta porque la gente se vea, con la idea de contar algo, pero ver cómo se soluciona y evoluciona ese algo. Así, el tratamiento que da a cada contenido 'En abierto' no queda en la simple emisión de un reportaje o en la elaboración de un directo, sino que se sigue su desarrollo durante varios programas.

Parranda Canaria


El espacio de tración y floclore de la Televisión Canaria con el programa "Parranda Canaria"

martes, 26 de marzo de 2013

Historia de Canarias, dibujos animados


La entrañable serie de dibujos animadas "Historia de Canarias" es un indudable recurso pedagógico para nuestros chinijos y no tan chinijos. Las canciones de la serie fueron compuestas en 1995 por Benito Cabrera y cantadas por Cali Fernández. La serie, dirigida al público infantil e inspirada en la clásica "Érase una Vez el Hombre", hace un recorrido didáctico por nuestro pasado, partiendo del origen geográfico del País para llegar a la época contemporánea, haciendo hincapié en la vida de los indígenas isleños y en la conquista llevada a cabo por los españoles a finales del siglo XV. Ya podemos visualizar los 52 capítulos en este Blog. Que lo disfruten.

 
 

lunes, 25 de marzo de 2013

Historia de Pájara


El actual Municipio de Pájara es el resultado de un proceso de segregaciones e incorporaciones territoriales respecto a los límites y demarcaciones correspondientes a la época del señorío ( s. XV al XIX).

Resulta complicado el disponer de información documental anterior al siglo XIX, dada la pérdida de fondos y archivos provocados por los frecuentes ataques piráticos que sufrió Lanzarote, durante toda la modernidad.

Sin embargo, es posible desarrollar un estudio de la historia de Pájara a partir de que en 1834 se constituya definitivamente su Ayuntamiento, formalmente creado en las Cortes gaditanas de 1812.

Ya desde el siglo XVII los puertos del Sur ( Herradura, Río de Cabras, Pozo Negro, Gran Tarajal, Giniginámar, La Pared y La Casa de la Señora), serán el más potente vínculo con el exterior. Ganados y orchilla saldrán por ellos hacia el resto del Archipiélago y Europa. Jandía y sus pequeños embarcaderos serán puntos estratégicos en la salida de la orchilla.

Ello explica que Pájara, en 1711, consiga segregar su Parroquia, consagrada desde 1708 a Nuestra Señora de Regla, de la Parroquia Matriz de Betancuaria y, así, constituir un Beneficiado independiente. En 1735 su Iglesia se incrementará con una nave más, manteniendo sus estructuras básicas hasta la actualidad. Un despegue poblacional que guarda estrecha conexión con el auge insular, desde finales del s. XVII, de una familia poderosa, originaria de Pájara: los Sánchez Umpiérrez. Así, Pedro Sánchez Umpiérrez, será primer Coronel de Milicias de la Isla y “Capitán a guerra” por designación real (1722). Una tradición familiar que se consolida con Joseph Sánchez Umpiérrez, quien obtendrá poco tiempo después la patente de Coronel por la Autoridad real (1736). Este consolidará su posición en la élite insular con la victoria sobre los ingleses en Gran Tarajal (1740).

Pedro Agustín del Castillo nos reseña, para el siglo XVIII, lo siguiente: “ Pájara, unos 432 familias y once pagos, incluido Tuineje…las dehesas de Jandía son de terrenos frescos y de montes verdes y frondosos donde abunda el ganado caprio”. De 200 vecinos en 1718 ( de un total de 1.215 para toda la isla), se pasará a 79 en 1772 ( 805 para la Isla), sin duda como consecuencia de las fuertes sequías y hambrunas que reflejan las Actas del Cabildo.

Viera y Clavijo, a finales de. S. XVIII y principios del XIX, nos refleja en sus “Noticias sobre la Historia General de las Islas Canarias” que “…Pájara es un buen pueblo, y lo es igualmente su Iglesia parroquial…”. Adscribe a su jurisdicción los pagos siguientes: Toto, Barjada, Eduegue, Chilegua, Mesquer, Mirabal, Tiscamanita, La Florida, Adeja, Teserague y Tuineje.

Francisco Escolar y Serrano, en su “ Estadística de las islas Canarias, 1793-1806” nos ofrece una visión más detallada de la realidad de Fuerteventura, en general, y de sus Lugares, en particular. Para nuestro autor, Pájara es una parroquia que integra a siete pagos más, con una extensión de 12.371´409 fanegas, señalando que sus tierras, aunque montañosas, son “…de las más fértiles y de mayor fondo de la isla porque la descomposición está adelantada en ella”.

De su análisis territorial y económico, apunta la existencia de dos tenerías de hilado y tejido del lienzo ordinario y algodón, reflejando un interesante panorama de “oficios” ( 10 zapateros “remendones”, 2 carpinteros, 8 albañiles, 3 sombrereros y 8 curtidores). Junto a una producción de 14.000 fanegas de cebada y 5.000 de trigo, como cereales básicos, debemos resaltar, por su valor, los 5.000 quintales de barrilla de cosco o sosa y las 8 pipas de vino. En cuanto al denominado “reino animal”, destacan las 7.000 cabezas de cabrío, seguidas de las 3.600 de lanar, 1000 de vacuno, 500 camellos y 200 asnos. Una cabaña ganadera que, junto a la leche y la carne, ofrecen una producción de 70 quintales de lana, 850 de queso y 512 piezas de cuero.

Pájara, según ésta estadística, cuenta en 1802 con 1.449 habitantes, que se distribuyen en un total de 386 casas.

Debemos poner de relieve que en ésa época, en plena transición hacia la etapa contemporánea, la Península de Jandía seguía teniendo su estatus de propiedad del señorio. Su espacio económico producía ya al señorío de la isla, a finales del s. XVI, 5000 reales al año en pago de derecho de pasto a los que debemos unir los 1000 ducados de los ganados de propiedad señorial y una parte sustancial de los 100.000 reales anuales que se obtenían de la venta de la orchilla.

Un área que todavía a principios del s. XIX contaba con manantiales de agua potable y un suelo feraz que permitía pastar a los ganados de Pájara y Tuineje, así como “…recoger en sus rocas la mayor porción de orchilla que se colecta todos los años en la isla…”. Era, asimismo, un lugar que por su aislamiento, permitía “…servir de asilo sus costas a algunos que de Canaria vienen a pescar en ellas..”.

Josef María de Zuaznavar, a la sazón Fiscal de la Real Audiencia de Canarias, nos menciona a “ Páxara” como “lugar de señorío”, con Alcalde pedáneo, en 1803.

El Diccionario de Madoz, en la década de los años cuarenta de la pasada centuria, nos ofrece la descripción de Pájara en su configuración como Municipio. Nos habla de 100 casas “arruadas” en el Casco y otras 237 dispersas en un total de quince pagos, entre los cuáles aún se incluyen Tiscamanita y Tuineje, al mismo tiempo que ya se habla de Cofate de Jandía.

El panorama social que nos pone de relieve dicho Diccionario nos ofrece, ciertamente, un panorama nada alentador. Así, entre 1834-35, del total de 1.499 habitantes del Municipio, sólo 189 varones y 76 mujeres saben leer y, de ellos, sólo 125 hombres y 25 mujeres, escribir.

Se sigue insistiendo en la disponibilidad de un suelo feraz que produce trigo y cebada, muy poco millo y algo de papas. La barrilla y la cochinilla, ésta última introducida desde América, conforman los únicos productos de su comercio exterior.

El siglo XIX y gran parte del actual ponen de relieve, con insistencia, una realidad de calamidades, hambrunas y dificultades para supervivir.

Escudo heráldico Pájara


El escudo municipal de Pájara se describe de azur, con un pájaro de oro; bordura jaquelada de ocho piezas de gules, cargadas de sendos soles de oro, y ocho piezas de plata, cargadas de ocho pares de sierpes entrelazadas de sinople. Al timbre, corona real cerrada.

El pájaro alude al nombre del municipio. La bordura refleja los elementos ornamentales que se encuentran en la fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de Regla, que muestran semejanza con el arte azteca, por lo que se supone que pudieron ser realizados o inspirados por emigrantes retornados de América.

Aprobación: Orden Consejería de Presidencia del Gobierno de Canarias de 11 de noviembre de 1986 (BOC de 14 de noviembre).

domingo, 24 de marzo de 2013

Pájara (Fuerteventura)


 
 
Pájara, con 383,52 km² de superficie es el mayor municipio de Fuerteventura, abarcando la zona centromeridional de la isla, incluyendo la península de Jandía.

Su altitud es de 196 metros sobre el nivel del mar, contando con un litoral de 150 kilómetros. El punto más elevado de Fuerteventura es el Pico de la Zarza (807 metros de altitud), situado en Jandía. Esta península es una zona protegida por un Parque Natural.

Sus núcleos de población más importantes son Morro Jable, Costa Calma y Solana Matorral. Morro Jable, de tradición pesquera, es sede de importantes campeonatos internacionales de windsurf. En la localidad de Pájara se puede visitar la iglesia de Nuestra Señora de Regla, levantada en 1687 y ampliada posteriormente.

La economía de Pájara está centrada en el turismo, ofertando más de 18.000 plazas hoteleras y extrahoteleras. El municipio dispone de la mayor extensión de playas de Canarias. Destacan las de Sotavento, las de Cofete y Morro Jable.

martes, 19 de marzo de 2013

Visita Breña Alta

El programa de "Vivir en Canarias" de RTVC.es hace una visita por los rincones mas pintorescos del municipio de Breña Alta en La Palma.



lunes, 18 de marzo de 2013

Historia de la Villa de Moya



Moya surge como núcleo de población moderno tanto por razones de necesidad de asentamiento agrícola como de carácter religioso. Los repartos de tierras y aguas efectuados tras la conquista de Gran Canaria y la orografía condicionaron el asentamiento poblacional, conformándose núcleos dispersos por encima de los 600 metros de altitud -Montaña de Doramas- y agrupados por debajo de esa cota –casco de Moya-. El fomento de la agricultura impulsó el proceso urbanizador en el siglo XVIII y, si a mediados de la centuria, el casco de Moya concentra el 43'7% del vecindario y Fontanales, segundo lugar en importancia, el 14'2%, en los comienzos del siglo XIX la concentración vecinal en el casco se reduce al 19'3% y la de los núcleos del entorno de la Montaña de Doramas se eleva al 31'2% debido a los repartos y roturaciones de nuevas tierras en dicha Montaña (1806 y 1812). La vivienda habitual, de dimensiones modestas (una o dos habitaciones) y con escasa inversión en su construcción, fue la casa de una planta (casco, la costa y Fontanales) y la cueva (entorno de la Montaña de Doramas), con un ritmo de crecimiento similar al de la población: 138 viviendas de fines del siglo XVII, 159-318 en el XVIII y 791 a mediados del XIX, en su mayoría de una planta (92'2%). La alta natalidad y mortalidad registrada en el periodo 1480-1850 han dado como resultado un crecimiento demográfico lento: 60 habitantes a fines del siglo XVI, 700 en el XVII y 878 en el XVIII, produciéndose la aceleración del crecimiento en el siglo XIX ya que, por efecto de las roturaciones de tierras en la Montaña, se pasó de los 1.188 habitantes de 1802 a los 3.701 de 1848.

domingo, 17 de marzo de 2013

Periodo Prehispanico Villa de Moya


En la época prehispánica Moya fue un espacio donde los aborígenes tuvieron una presencia limitada por las condiciones climáticas –temperatura media anual baja y altas precipitaciones-, la orografía y la escasa rentabilidad en la explotación del medio circundante. Los núcleos de hábitat se ubicaron en la costa, básicamente conformados por cuevas naturales y artificiales. El bosque termófilo, el cual ocupaba un alto porcentaje de la superficie del término, fue el área de extracción de determinadas maderas -usadas para la su empleo por los habitantes del lugar y de todo el norte insular-, hierbas medicinales o comestibles y frutos silvestres. Este espacio también fue el lugar de tránsito para el ganado de todo el noroeste en sus continuos trayectos entre la cumbre y la costa en busca de los pastos de temporada.

La población del término era súbdita del guanarteme de Gáldar, siendo un lugar periférico –si se compara con áreas como Agaete o Artenara- en su aportación económica y social dentro del conjunto del guanartemato. El papel desarrollado por la población de Moya estuvo mediatizado por la baja densidad demográfica, la escasa explotación de los recursos ante las reducidas medias de consumo y los escasos lugares de hábitat.

Hasta la actualidad, las evidencias arqueológicas se limitan al área comprendida por debajo de los 500 metros de altitud, con hallazgos emplazados junto a los cursos de agua, cercanos a las tierras feraces destinadas al cultivo de cereales (trigo, cebada). La más significativa evidencia arqueológica es el yacimiento de La Montañeta (433 metros de altitud), enclavado en un promontorio dominante del área de la costa de Lairaga y de los cursos de aguas circundantes, los más importantes del noroeste insular, caso de los barrancos de Moya y Azuaje. El hallazgo es el único espacio de hábitat prehispánico registrado en el término hasta el presente. Se conforma por cinco cuevas de habitación, otras de carácter funerario, algunos silos de cereales y una posible cámara-santuario. El conjunto de elementos arquitectónicos es complejo en su estructura, además de destinarse muchas de sus grutas a variadas funciones y reutilizaciones, algunas de ellas en etapas históricas recientes. Entre los elementos materiales localizados en el yacimiento abundan las conchas marinas, en consonancia con el amplio consumo entre la población aborigen del que no estaba exentos los moradores del lugar; los fragmentos de pieles curtidas y cosidas, entre ellos una posible sandalia; abundantes trozos de cerámica y fragmentos de varios morteros; el registro de múltiples piedras talladas con señales de uso; y un ídolo-placa de gran importancia por su relación con otros encontrados en diferentes yacimientos insulares.

La Montañeta no es un lugar arqueológico aislado al englobarse dentro de un conjunto de registros prehispánicos más amplio, interrelacionado y conformado, entre otros, por los yacimientos de La Guancha (Firgas), destacado hábitat troglodita; el Cenobio del Valerón , conjunto de múltiples silos de depósito de las cosechas recogidas en las áreas cercanas; el Morro de Verdugado –con unas estructuras de hábitat similar a las citadas en La Montañeta -; o el Tagoror del Gallego (Guía). Un análisis del global de todos ellos indican una aparente complementaridad de funciones, lo cual permite observar en esta área un notable subconjunto de núcleos, población y funciones con un evidente peso socioeconómico dentro de la jerarquía registrada en el seno del guanartemato.

La relación con el mundo aborigen no sólo se limita a los registros arqueológicos, al ampliarse con las referencias aportadas por las crónicas de la conquista insular. Un episodio destacado es el referente al aborigen Doramas y su nutrido grupo de seguidores refugiados en la zona, rebeldes contra el poder establecido por los guanartemes de la isla. Del primero decía el cronista López de Ulloa, pese a no ser hidalgo y sí trasquilado , significarse por valentíssimo y de grandes fuerças, que por sólo su ualor se hauía hecho rey y señor del ualle y montaña que oy se llama Doramas. La presencia de este caudillo y su grupo en este espacio, alejados de las zonas centrales del guanartemato galdense, indica la perifericidad del término de Moya.
Las fuentes históricas abundan en las referencias a acequias, paredones y caminos –elementos de explotación y aprovechamientos del monte-, aunque no de hábitats permanentes de antiguos pobladores prehispánicos. Las localizaciones se sitúan en las áreas cercanas al actual núcleo de Moya y en el espacio comprendido entre este último lugar y Fontanales.

sábado, 16 de marzo de 2013

Escudo Villa de Moya

El escudo municipal de Moya fue aprobado por Orden Decreto de fecha 31 de mayo de 1957. Escudo medio partido y cortado. Primero, de gules, montaña de oro, superada de corona antigua de los mismo, con un brazo que trata de alcanzarla, desde la izquierda, de carnación; sobre el todo de la montaña, palmera de sinople con cuatro corazones de gules, destilando sangre. Segundo, de sinople, dos cabras de sable, pasantes, puestas en palo, y bordura de oro. Tercero, de oro, moral de sinople acompañado de tres rosas de gules con hojas de sinople y centro de oro. En abismo, el castillo de Castilla. El todo superado por la leyenda “Doramas” en letras de sable. Al timbre, coronel de la provincia de Las Palmas de Gran Canaria. Como adornos exteriores, una rama de drago y otra de laurel, entrelazadas, y una cinta en los colores de la bandera española con la leyenda “Dragos y Laurel hacen su fama” en letras de sable. Sin embargo, en el escudo que usa el Ayuntamiento el segundo cuartel es de oro, sin bordura. El primer cuartel reproduce las armas concedidas por los Reyes Católicos al caudillo aborigen Oramas o Doramas, quien gobernó en la montaña de Moya, y cuyo nombre corona el escudo. El segundo cuartel reproduce las armas del Marquesado de Moya, concedido por Enrique IV de Castilla en 1480 a D. Andrés Cabrera y su mujer Dª Beatriz de Bobadilla. El moral simboliza los bosques del municipio, y las tres rosas aluden al poeta Tomás Morales, natural de Moya, y a su obra más célebre, Las Rosas de Hércules. Las ramas de drago y laurel aluden a los antiguos bosques de estos árboles que existieron en el término municipal, así como a los nombres de dos de los barrios más antiguos.

viernes, 15 de marzo de 2013

Bandera Villa de Moya



La bandera de Moya fue aprobada por acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de fecha 25 de mayo de 1994. Dividida en dos mitades horizontales, la superior verde y la inferior blanca. Al centro, el escudo municipal.

Villa de Moya

VILLA DE MOYA está situado en el norte grancanario, su extremo meridional se acerca a las cumbres de la isla, Los Moriscos ( 1771 metros ), donde tienen uno de sus vértices varios municipios. Por el oriente se encuentra con Valleseco. A continuación, y siguiendo la linde del barranco de Azuaje, aparece Firgas, para ya, cerca de la costa, encontrarse con Arucas. Por la margen occidental, excepto un pequeño tramo meridional, colindante con Tejeda, Artenara y Gáldar, sigue la divisoria hasta el mar con Santa María de Guía, a través de un barranco. Este adopta diversos nombres, a lo largo del desarrollo de su cuenca, uniéndose el llamado de Los Propios, con el de Los Tilos, para dar lugar al barranco de Moya. Así pues, entre los dos cauces apuntados: Azuaje y Moya, y otros barrancos menos importantes, quedan definidos una serie de lomos que descienden hacia la costa. Aparece un espacio accidentado, cortado por profundos tajos, que tienen su exponente en el mismo lugar donde se localiza la capital municipal. Al llegar al litoral, estos lomos se interrumpen bruscamente por un acantilado, hoy fosilizado. A su pie se encuentra una plataforma sedimentaria, a modo de isla baja.
Hay un claro predominio de los materiales basálticos Cuaternarios, salvo en las rampas más cercanas al litoral, de mayor antigüedad y de composición sálica. Así mismo, en las cumbres se localizan dos de los últimos volcanes grancanarios: el Montañón Negro y la Caldera de Los Pinos. Ambos, en una alineación cuya directriz se continúa hacia el Noroeste, se encontraban en erupción hace algo más de 3.000 años. La orientación a barlovento del alisio, determina claramente sus características climáticas, con unos mayores aportes hídricos en medianías y cumbres. Por contra, la zona costera presenta unas características de aridez más marcadas. Por consiguiente, la cubierta vegetal original, hoy totalmente alterada, respondía a estos condicionantes, apareciendo, por ejemplo, una extensa superficie de monte verde. De esta selva denominada de Doramas, quedan hoy pequeños relictos, como es el caso de Los Tiles. Ya en las cumbres aparecen los pinos. En general es un espacio muy antropizado, con cultivos de regadío en la zona baja, mayormente plataneras que en la actualidad están casi abandonadas y cultivos de subsistencia en medianías y zonas altas.

martes, 19 de febrero de 2013

Visita la Villa de Moya

El programa de "Vivir en Canarias" de RTVC.es hace una visita por los rincones mas pintorescos del municipio de La Villa de Moya en Gran Canaria.

"Vivir en Canarias" es un programa de televisión especializado en contenidos relacionados con los diferentes municipios de Canarias y las gentes que habitan en ellos.




martes, 5 de febrero de 2013

CARNAVAL DE CANARIAS

De Ruta Por Canarias


Emisión programa de radio: 05.02.13 a las 10:30-11:00 con Alicia Castellano
En Radio Moya 107.1 y 89.0 (costa de Moya)


Los Carnavales no han sido siempre de la manera en que los conoces hoy: juerga, mogollones y música salsa. En Canarias tenemos una larga tradición carnavalera con un montón de costumbres etnográficas conformada por el caracter de los pueblos. Aquí te presentamos un pequeño resumen de algunas de estas tradiciones, esperando que al estar en tu memoria, no se pierdan.

lunes, 4 de febrero de 2013

Cultura espiritual

Dentro de los rasgos culturales más importantes, estaba el culto a los muertos y el uso de la momificación para facilitar el tránsito a la inmortalidad. En el arte, destacar la Cueva Pintada de Gáldar, considerada la Capilla Sixtina del arte indígena canario, junto con las espirales palmeras y herreñas.

El mundo funerario
El aspecto más significativo del estudio del mundo funerario aborigen es que la muerte no constituye un fin en sí misma, sino parte del proceso de la vida. Esto se debe a que cuando alguno de los intrigantes de la sociedad fallecía, el vínculo con la comunidad no se rompía, sino que se transformaba esa unión, materializándose en la práctica sepulcral que se lleva a cabo en el seno de la sociedad. Los muertos seguían siendo miembros imprescindibles del grupo, uniéndose ahora también con los antepasados dando un nuevo sentido a la realidad cultural.

Sociedad y estructura política

Se trataba de una sociedad tribal, con base en los diferentes clanes familiares y jerarquizada en función de su nacimiento y de la apropiación del excedente de producción. Mientras, la estructura política estaba encabezada por los líderes de los clanes más importantes, que se denominan menceyes o guanartemes, en el caso de las dos Islas centrales, dominando éstos una demarcación geográfica determinada.


Economía. Ganadería y agricultura

Conformaron en el Archipiélago una civilización peculiar, con elementos comunes a todas las Islas, pero también con rasgos distintivos propios, frutos de una evolución insular original. La ganadería caprina y ovina y la agricultura de cebada y trigo constituyeron la base de su primitiva economía, junto con elementos recolectores basados en los productos del mar.

El asentamiento de los aborígenes canarios estaba relacionado totalmente con la actividad económica, ya que tenían que situarse en zonas fértiles para una mejor obtención de los recursos. Es por ello, que la mayoría de los núcleos de población se situaron en los márgenes de los barrancos y en la costa, siendo la tierra en ellos más fértil y tendiendo acceso a los recursos marinos con mayor facilidad.

Origen de los primeros isleños

Nadie duda ya de que la procedencia de los isleños canarios se sitúa en el ámbito africano, en concreto en las tribus de origen bereber que pueblan el norte de ese continente. Las dataciones cronológicas más antiguas nos remiten a un poblamiento del Archipiélago relativamente reciente; es decir, en torno a los comienzos de nuestra era, aunque no llegaron en una sola oleada sino que lo hicieron en etapas diferentes.

El archipiélago canario forma parte de la región denominada macaronesia, al que pertenecen, aparte de las Canarias, los archipiélago de las Azores, Madeira y Cabo Verde además de la costa occidental de África. De todos ellos, antes de la llegada de los conquistadores, el único archipiélago poblado era el canario, seguramente por su mayor cercanía al continente africano. Este es uno de los hechos que pueden explicar la hipótesis de que las islas fueran pobladas por gente procedente de África.

La prehistoria canaria

Nadie duda ya de que la procedencia de los isleños canarios se sitúa en el ámbito africano, en concreto en las tribus de origen bereber que pueblan el norte de ese continente. Las dataciones cronológicas más antiguas nos remiten a un poblamiento del Archipiélago relativamente reciente; es decir, en torno a los comienzos de nuestra era, aunque no llegaron en una sola oleada sino que lo hicieron en etapas diferentes.